A súa irmá compartiría con el os ideais socialistas pois así quedou de manifesto nas súas colaboracións no xornal La Lucha, Órgano de la Agrupación Socialista y de la Federación Agraria de la Provincia. Destacouse por avogar polos dereitos das mulleres que ela sempre defendeu, polas súas críticas á Igrexa pois dita institución as mantén subxugadas e submisas; " completamente sumida en la más nefanda esclavitud de la iglesia, fiándose en absoluto de todo cuanto le dice el cura" e, por suposto, pola defensa dos principios socialistas pois como dicía "El partido socialista es el único libertador de nuestra clase".
Remedios, na liña de Vitoria Kent, manifestou o seu temor de que se volva en contra o novo dereito do voto da muller xa que esta estaba moi influenciada pola Igrexa, por iso apelaba ferventemente a que todas as mulleres espertasen do letargo e apoiaran ao Partido Socialista, que era o único que podía sacalas da excravitude. Consideraba que as mulleres podían supoñer un medro enorme do socialismo por iso arengaba a todas, casadas, solteiras, viúvas, novas e vellas...
CRÓNICA DE AMOEIRO. Para mis conciudadanas
Desde que llegó a mis manos el boletín de inscripción para el censo electoral, ni un solo instante se ha borrado de mi mente el espectáculo político que va a presentarse en las primeras elecciones donde vamos a tomar parte las mujeres, si de nuestra propaganda no se cuidan los partidos verdaderamente organizados de izquierda, siendo el único el Socialista; yo no sé cual será el resultado de este ascenso, dos inconvenientes me combaten a la vez, como son pena y alegría a un mismo tiempo.
Siento alegría y mucha por ver llegado por fin el momento en que los legisladores, los hombres que actualmente gobiernan la política de España, han concedido a la mujer un derecho que no sabemos hacer uso de él, tenía yo grandes entusiasmos por este concepto; las mujeres somos las que con gran superioridad a los hombres sabemos administrar el hogar, y esta misma condición debiéramosla tener para administrar los destinos de la nación, yo siento alegría, por ver en este caso, satisfechos mis deseos, porque siempre he luchado en contra de que no hay derecho, en que las mujeres estuviéramos vedadas a contribuír con nuestra humilde opinión a votar los destinos del país, ahora logrado este tan sentido afán, también me apena grandemente en que desconfío, en que en cuanto llegue el primer momento de nuestra intervención, no sé cual será el riesgo que correrá nuestra política; pues la mujer campesina suma un número muy elevado y se halla completamente sumida en la más nefanda esclavitud de la iglesia, fiándose en absoluto de todo cuanto le dice el cura, no se da cuena de que existe un partido Socialista, un partido que es el único por el cual tenemos que luchar las mujeres proletarias, pues solo este tiene un programa que se interesa por nuestras miserias. He aquí mi pena y alegría que aun mismo tiempo me combaten, alegría, porque nuestra acción pudiera ser la avalancha del socialismo español; mi pena, porque esto se pudiera convertir en un resultado muy opuesto, por la falta de idealidad en la mujer e inclusive por la propaganda sediciosa a tal fin.
Por ello yo quiero levantar el más alto grito para mis compañeras de infortunio, solo quisiera que el eco de mi voz pudiera llegar a todos los hogares, desde los más altos a los más recónditos, para decir a todas las mujeres ¡despertad!, de ese letargo en que os encontrais sumidas, ¡despertad!, que la nueva Aurora a asomado (sic) ya, la nueva política del país llama por nosotras, no os dejeis (sic) engañar una vez más, dejad de incaros de rodillas en esos claustros fríos, inclinando vuestra cerviz ante imágenes en nombre de los cuales se os explota los recursos conque habeis de aliviar el hambre de vuestros pequeñuelos.
Casadas, solteras y viúdas, jóvenes y viejas, las puertas del gran edificio social, están abiertas de para en par para cobijarnos a nosotras, el partido Socialista, es el único libertador de nuestra clase, la gran falange proletaria es la que engrosa las filas de este ejército invencible, nuestros niños, que con sus escuálidos cuerpos rebrincan por los montes y campiñas, distrayendo el hambre que la mayor parte de las veces no podemos satisfacer, nuestros hermanos padres y mardiso, también semidesnudos, cubiertos con malas piltrafas cual harapos desechados por mercaderes, los que revuelven la tierra con el de arriba para abajo regándola con gotas de sudor cual perlas de oro producidas por un esfuerzo muscular acompañado de las más duras inclemencias atmosféricas, para después de tanta fatiga poder arrancar a la naturaleza, todo lo bueno que existe, los más esquisitos manjares, los que en su mayoría están vedados a disfrutarlos, hoy que son derrochados por toda esa caterva parasitaria que de nada sirve a la humanidad.
Sánchez Martínez, R. (1932, 19 marzo)."Crónica de Amoeiro". La Lucha, p.5.